Belén Galindo es una mujer poliédrica y, sobre todo, alguien con las ideas muy claras y siempre con ganas de aportar.
Aunque parezca mentira, la conocí hace más de 30 años. Ella, nacida en Tudela, había venido a Pamplona, a estudiar periodismo y estuvo viviendo en una plazuela que hay justo al lado de mi casa. Seguro que por allí passaron muchas estudiantes, pero en ella me fijé porque siempre ha sido lo que yo llamo una mujer con presencia. Luego, hemos coincidido en muchas ocasiones: me ha hecho alguna entrevista en la radio, he participado en su club de lectura, ella ha participado de alguno de mis proyectos contra el racismo y la xenofobia e incluso formamos parte del mismo club de mujeres en el que, a veces, coincidimos. Me hace mucha ilusión cada vez que la veo, porque es una persona super interesante, con una gran conversación, tranquila, divertida y acogedora.
Parece que le estoy haciendo la pelota, pero los que la conocéis sabéis que es así.

El caso es que Belén es periodista y, desde hace más de veinte años está vinculada al Grupo La Información, donde lo mismo ha ejercido como reportera o locutora radiofónica que la ves organizando un evento. También es la responsable de la comunicación corporativa. Estuvo viviendo en EEUU durante tres años, trabajando como editora en el periódico Chattanooga Times Free Press y colaboró en varios medios de comunicación en el estado de Tennesse.
Pero, una cosa de su trayectoria profesional que a mi me parece un auténtico valor añadido es que en 2007 fue impulsora del Club de Lectura de Diario de Navarra (fue el primer club de lectura promovido por un periódico en España) y ahí continúa. por su el precioso local de la calle zapatería han pasado los más destacados escritores de narrativa nacional y regional e, incluso EL SECUESTRO DE SAN FERMÍN ha tenido allí su espacio. Y no solo eso: en ese club de lectura es donde me dieron la idea para otra de las historias que espero que pronto tengais de este PLANETA.

Así es que, como imaginaréis, con todo lo anterior, estábamos deseando lanzarle nuestra escalerica de preguntas sanfermineras. Y, esto es lo que nos ha contado:
1 DE ENERO: Empezamos fuerte… ¿Podrías resumir que significa Pamplona para ti?
Pamplona es mi segunda casa porque nací en Tudela, pero me siento pamplonesa de adopción (y de corazón). Pamplona para mí es espacio y memoria compartida: calles que me gusta recorrer sin prisa, fiestas que son un tsunami de alegría y una vida cultural que vibra, que nunca deja de ofrecerte mil y una posibilidades de disfrutar. Es una ciudad cercana, con escala humana, hogar y viaje al mismo tiempo.

2 DE FEBRERO: ¿Cuál es el mejor momento para disfrutar de Pamplona? Puedes contarnos una fecha, un lugar, una sensación…
Para mí, el mejor momento para disfrutar de Pamplona es una tarde de otoño en la Taconera, cuando el aire es fresco y las hojas crujen bajo los pasos. O una mañana tranquila y soleada de domingo en el Casco Viejo, con el café humeando y la ciudad despertando despacio. Pamplona se disfruta cuando baja el ruido y a mí me encanta pasearla y saborearla en esos momentos íntimos y en calma.
3 DE MARZO: Si tuvieras que quedar con tu cuadrilla, ¿cuál sería el punto de encuentro? Puedes contarnos el que normalmente elegís, o el que te gustaría… ¿Tu lugar favorito de Pamplona?
Solemos quedar en la plaza del Castillo, es nuestro centro de gravedad, el kilómetro cero sentimental de Pamplona. Allí siempre hay sitio para todos: para el que llega tarde, para el que se adelanta con un café o para el que aparece contando la última anécdota. Es un lugar que respira historia, pero también es un libro abierto a las sorpresas y a pasarlo bien. Quedar en la plaza es como darle al “play” a un día perfecto con la cuadrilla: sabes dónde empieza, pero nunca dónde termina.

4 DE ABRIL: ¿Conoces el libro de “EL SECUESTRO DE SAN FERMÍN”? ¿Y qué te parece la idea de intentar popularizar los personajes y hechos históricos de Pamplona?
Sí, conozco El secuestro de San Fermín. Es un buen ejemplo de cómo la literatura puede darle un giro atractivo a lo que forma parte del imaginario colectivo de Pamplona.
La idea de popularizar personajes y hechos históricos de la ciudad me parece muy potente: no solo rescata la memoria local, sino que la convierte en cultura viva. Si se hace con humor, narrativa ágil y buenos formatos, puede atraer tanto a quienes ya conocen Pamplona como a quienes llegan de fuera.
- DE MAYO: Y, si tuvieras que elegir un personaje de Pamplona, ¿cuál escogerías?
Elegiría a María Ana Sanz, una visionaria en la Pamplona del siglo XX. Mientras a las mujeres se las relegaba a la costura y al hogar, ella abrió una escuela donde también se enseñaba mecanografía, dibujo o contabilidad. Con discreción, pero con firmeza, ofreció a muchas jóvenes la posibilidad de imaginar un futuro distinto. No alzó pancartas, pero rompió muros: entendió que la auténtica revolución empezaba con la educación.
6 DE JUNIO: ¿Has participado o participas activamente en cosas de Pamplona? Algo musical, alguna asociación, fotografía, literatura, algún concurso de algo que te guste…
Lo más reciente: transitar y disfrutar de la feria del libro antiguo y de ocasión de la plaza del Castillo, ese lugar donde Pamplona se convierte en un paseo entre páginas y conversaciones improvisadas. Para mí las ferias de libros que acoge la plaza del castillo son más que un evento:
me permiten encontrarme con autores, descubrir tesoros impresos o editoriales pequeñas y sentir que la ciudad late. Siempre vuelvo con algún libro en las manos y la sensación de que, por un rato, la plaza se convierte en una gran biblioteca al aire libre.

7 DE JULIO, SAN FERMÍN: En esta escalerica de preguntas nos gustaría conocer qué significan para ti las fiestas de San Fermín. ¿Prefieres día o noche? ¿Qué es lo que más te emociona? ¿Cuál es tu momentico?
Para mí, San Fermín es la mezcla perfecta entre locura y orden: la ciudad se transforma y, de algún modo, también lo hago yo. Soy más de día, de vermú largo, de charanga y de cruzarme con gente que no veía desde hace meses. Me emociona ese instante en que los gigantes aparecen y, de pronto, todos volvemos a ser críos. Y mi momentico es claro: el almuerzo con la cuadrilla tras el encierro, con la sensación de que Pamplona nos regala un día de fiesta para vivirlo intensamente.
¡¡¡Belén, muchas gracias por colaborar con este PLANETA PAMPLONA!!!
