En realidad, Patxi ha escrito muchas, muchisimas más cosas. Es un gran escritor, de esos que hacen que te explote la cabeza, pero yo le conocí gracias a sus cuentos sanfermineros, esos que le presenté en Elkar en junio del año 2005 y que siempre he contado que fueron uno de los mejores regalos que recibí gracias a ser elegida para tirar el Txupinazo hace, ahora, 20 años… Que no son nada, pero ya son… Al menos, tiempo suficiente para haber podido participar con Patxi en dos proyectos colaborativos: «24. relatos navarros» de Pamiela y «Iguales en San Fermín» de Erein
Bueno, que me enrollo: Patxi es un gran escritor y, para mi gusto, un insuperable cuentista. Hace relatos redondos, de esos con los que te ries y, a la vez, te raspan el corazoncito por dentro y los recuerdas durante toda la vida. Como aquel de la alcaldesa que se había enamorado del portero de Osasuna, la polla más grande del mundo (yo también compré dos en las barracas y crecieron en la terraza de casa de mi madre) o, sobre todo, el del spiderman vencido al que le cedían las hechuras del traje…
Pero,, como os digo, el curriculum de Patxi este pamplonauta que ejerce desde Sarriguren, como si quisiera marcar las distancias, es de una variedad literaria impresionante: libros de relatos, «Once millones de ejemplares vendidos», novela histórica, la serie de Los Tampones, libros de viajes y de crónicas, literatura infantil y juvenil, novelas traducidas al italiano e, incluso, al esloveno y al euskera. Ganador de un buen puñado de premios, editor de fanzines y lo más importante: como a Patxi le gusta recordar, una vez fue la respuesta a la letra ·»I» del rosco de Pasapalabra.
Pero Patxi es, sobre todo, un buen tipo, irónico, tímido, cínico, divergente, muy posiblemente… pero un hombre familiar que te cuenta como conoció a su chica en un Barnetegi y nunca se separaron, su viaje a Eslovenia o a los vertederos de Manila o las cosas de sus hijos. Por ejemplo, su hija Malen es la autora de la fotografía que sale justo aquí arriba.
A propósito, antes de empezar con las preguntas, no puedo dejar de contaros una cosa importante:
Patxi publica de nuevo el mes que viene. En esta ocasión se trata de un ensayo sobre la timidez que es también un libro de memorias y que estoy deseando leer. Se llama LACHA. ¿Cómo, si no?
Con todo esto… como ya imaginaréis, estaba deseando saber qué contestaba a nuestra escalera sanferminera. Y estoy convencida de que vosotros, también.
Ahí vamos!
1 DE ENERO: Empezamos fuerte… ¿Podrías resumir que significa Pamplona para ti?
Desde hace 17 años estoy “exiliado” en Sarriguren, pero Iruña es la ciudad en la que nací y la que crecí, así que es el paisaje emocional de casi toda mi vida. Pamplona es también mi ciudad literaria, en la que he ambientado muchos de mis libros, aunque le camufle el nombre. Por lo demás, con su ciudad natal uno suele tener siempre una relación de amor-odio, y a mí también me sucede, pero es un odio constructivo, lo que odio de Pamplona es lo que me gustaría que cambiara para hacerla mejor.
2 DE FEBRERO: ¿Cuál es el mejor momento para disfrutar de Pamplona? Puedes contarnos una fecha, un lugar, una sensación…
A mí me gustan mucho los presanfermines, cuando ya empieza el buen tiempo, las vacaciones y las fiestas están a la vuelta de la esquina y en la ciudad hay una especie de alegría contenida, que crea un ambiente muy bueno.
3 DE MARZO: Si tuvieras que quedar con tu cuadrilla, ¿cuál sería el punto de encuentro? Puedes contarnos el que normalmente elegís, o el que te gustaría… ¿Tu lugar favorito de Pamplona?
De jóvenes, cuando salíamos a quemar la ciudad (es metafórico, ¿eh?) solíamos quedar en el antiguo Bar Bilbao, lo cual daba todo el sentido a eso que decíamos los que vivíamos en barrios como la Txantrea, “subir” a Pamplona, porque ese, si no me equivoco, el punto más alto de la ciudad. Ahora, suelo quedar con la gente en sitios tranquilos, en algún bar, el Niza o el Maisonnave. Y mi lugar favorito de Pamplona, la barandilla de la Media Luna. Me gusta asomarme sobre el Arga, desde ahí veo la casa de mi madre en Orvina 3, la Txantrea, el puente de la Magdalena, mi instituto, Irubide, el Club Natación, del que fui socio muchos años, y donde jugaba a baloncesto, a verdad o atrevimiento, a pillar en los trampolines… En la Media Luna también jugué mucho de niño, porque mi colegio eran los Escolapios, luego ya de adolescente también íbamos allí, a las murallas, a la parte de atrás de los bomberos, a fumar los primeros cigarros, a beber… Es decir, en un par de kilómetros está todo mi pequeño mundo, ese es el territorio en que viví un montón de cosas por primera vez, la infancia y juventud, a la que uno termina siempre volviendo…
4 DE ABRIL: ¿Conoces el libro de “EL SECUESTRO DE SAN FERMÍN”? ¿Y qué te parece la idea de intentar popularizar los personajes y hechos históricos de Pamplona?
Todavía no lo he leído, no tengo perdón, pero lo haré. A su autora Idoia Saralegui, le tengo mucho aprecio porque presentó un libro mío titulado “Cuentos sanfermineros” solo unos días antes de que tirara el txupinazo, con la de cosas que tendría en la cabeza… A mí popularizar cosas y hechos históricos de nuestra ciudad a través de la ficción me parece estupendo, de hecho lo he hecho a menudo, en ese libro de relatos sanfermineros, o en mi última novela “Cholita voladora marciana”, en la que Pamplona se convierte en un futuro en un parque temático de los sanfermines, o en alguna otra en la que puse a Caravinagre en un balcón de Navarrería en una situación erótico-festiva, por decirlo de un modo suave. Y me gustaría escribir algún día una gran novela de los sanfermines…
- DE MAYO: Y, si tuvieras que elegir un personaje de Pamplona, ¿cuál escogerías?
En general siempre me han llamado los personajes peculiares, a la deriva, en el caso de Pamplona gente como Gloria, aquella mujer que callejeaba por Pamplona y a la que era mejor caerle bien, o ese que va vestido de sheriff… Pero igual me quedaría con Eskroto/Gavilán, el cantante de Tijuana in blue y los Huajolotes, me parece que representaba mejor que nadie cierto carácter gamberro, protestón y a la vez ingenioso y transgresor de nuestra ciudad.
6 DE JUNIO: ¿Has participado o participas activamente en cosas de Pamplona? Algo musical, alguna asociación, fotografía, literatura, algún concurso de algo que te guste…
Coordino dos clubes de lectura, en San Jorge y Antsoain. Y tengo una colaboración sobre libros en Eguzki Irratia. Como periodista cultural procuro dar siempre cancha a grupos, escritores, artistas de Iruña.
7 DE JULIO, SAN FERMÍN: En esta escalerica de preguntas nos gustaría conocer qué significan para ti las fiestas de San Fermín. ¿Prefieres día o noche? ¿Qué es lo que más te emociona? ¿Cuál es tu momentico?
Lógicamente, ya no vivo los sanfermines con la misma intensidad que cuando era joven, pero entonces también me perdía muchas cosas de las que ahora disfruto, los vermús, por ejemplo. Y me arrepiento de otras que hice, como ir alguna vez a los toros, que me parecen una salvajada. Ahora, lógicamente, prefiero el día. Y mi momentico y lo que más me emociona es el txupinazo. Cuando tiran el cohete siempre se me ponen los pelos de punta y se me escapa alguna lágrima, que intento disimular, porque tampoco soy de hacer mucha mística de las fiestas, aunque estas me gusten mucho y procure estar siempre en Pamplona en esas fechas.
¡¡¡Patxi, muchas gracias por colaborar con este PLANETA PAMPLONA!!!