¿Todos despiertos?
¿Cuánto disfrutasteis ayer?
Creo que yo no podría expresarlo con palabras. Porque ayer fue un gran día, una gran tarde, una gran noche.
El 7 de julio es siempre, probablemente, el mejor día del año. Cargado de emoción y de emociones. De bailes, besos, personas queridas, largas conversaciones, gigantes y cabezudos (sin olvidar a kilikis y zaldikos), ajoarriero y abrazos. Alegría.
Y hoy… Hoy es lunes. Ese día que los pamplonautas esperamos con ganas porque se ha marchado una buena parte de los turistas que llegaron con el fin de semana (no vamos a entrar en el debate sobre si tenemos que juzgar a Hemingway por haber universalizado nuestras fiestas). Sobre eso ya le preguntaré a Miguel Izu, el mejor lector 0 que pudo imaginar EL SECUESTRO DE SAN FERMÍN y uno de los mayores estudiosos y escritores de nuestras fiestas y al que le agradeceré su ayuda en el aperitivo en el que pienso brindar con él. Lástima que tenga que dejarle tan pronto para ir a cerrar el programa matinal de Onda Cero donde nos reúne a los podcasters del programa y que, en esta ocasión me emparejará con María Oset, la mejor editora que un proyecto tan loco como PLANETA PAMPLONA podría haber deseado.
Y después a comer. Con amigos y en una terraza del casco viejo. En esta ocasión, además, sin tener que ejercer de anfitriona. Solamente disfrutando del momento y de la gran compañía. Iremos al baile de la Era, pero yo haré como que bailo, porque Diana Cazadora y amigos no me han otorgado el don de la coordinación.
Seguid disfrutando de la vida.
Porque ¿qué sería el mundo sin estos momentos?
Hay quien dirá que soy demasiado intensa disfrutando del universo Pamplona. Lo soy. Soy una afortunada. Porque hay que vivir esta vida, la vida sanferminera en estados puro.
Bueno y como en esto somos dos, mi opinión sobre los momentos Sanfermineros no distan tanto pero cada uno lleva Pamplona a su manera, y mi sensación además de social es sentimental por las pinceladas de lo que representa San Fermín, no sólo la fiesta.
La diversión es necesaria pero yo el día 7 lo dedico a sentir los sanfermines desde la música, la devoción de la procesión, que para beber y perder la cabeza son las cuadrillas del 6, luego me pongo en modo Pamplona que con los días se va convirtiendo en encierros, gigantes y cabezudos y muchas cosas del programa de fiestas, sobre gustos colores, que no todo es para todos.
Y la parte social por supuesto importantísima siempre que la sensación produzca satisfacción.
Fotografia: Alberto Garayoa