Decir ayuntamiento de Pamplona es pensar primero en «chupinazo» o «Sanfermines», pero los que nos paramos a observarla vemos que es preciosa: una fachada barroca del siglo XVIII en la que se pueden observar de abajo a arriba los tres órdenes clásicos: dórico, jónico y corintio. Desde el segundo piso se tira el chupinazo (Idoia lo hizo en el año 2005, otro día le decimos que nos cuente la experiencia).
Pero, además, la del Ayuntamiento es una fachada habitada. Y, ¿quiénes son esos vigilantes y dueños de la ciudad..?
Os los presentamos a continuación empezando de abajo para arriba:
- Prudencia y Justicia a cada lado de la puerta principal, con su espejo y serpiente la primera y su espada y balanza la segunda. Pero no siempre han ocupado esta zona baja de la entrada del ayuntamiento porque anteriormente fueron los hércules quienes custodiaban la puerta del zaguán. Prudencia y Justicia, que protagonizan algún romántico capítulo de nuestra historia, custodian la puerta principal. Esa en la que se puede leer uno de nuestros lemas favoritos: «Patet omnibus jauna, cor valde magis»… ¡Ah! Que no lo habéis entendido? Igual está un poco en latín.»La puerta está abierta para todos, pero sobre todo el corazón». Maravillosa declaración de intenciones.
- Dos pisos más arriba elegantes los hércules (hijos de Júpiter) que simbolizan la fuerza, el poder y al mismo tiempo las virtudes cívicas que se pretenden para nuestra ciudad. También a ellos les damos su pequeño momento de protagonismo.
- Y, a su lado, la joya de la corona y divertidos protagonistas de nuestro libro, los guardianes de la ciudad a los cuales hemos puesto nombre desde Planeta Pamplona: nuestros amigos «Navarrón» (que lleva entre sus garras el escudo de Navarra) y «Pampilón», nuestro gran protagonista principal y guía de esta historia (que lleva el de Pamplona), dos leones guardianes y vigilantes de todo lo que pasa en nuestra ciudad Pamplona. Con los escudos de Navarra y Pamplona y sus coronas, ya tienen una canción dedicada por nuestro juglar Pamplonés Iñaki Lacunza. No sabéis las ganas que tenemos de enseñárosla porque sabemos que os va a encantar.
- Y por último dirigiendo a estos seis intrépidos habitantes de la fachada se alza la «Fama» con su trompeta dorada, dispuesta a cantar y contar a esta ciudad el buen nombre de Pamplona.
Sin duda siete personajes, siete: número de la suerte, protagonistas que hacen de su fachada una de las más bonitas y conocidas de todos los ayuntamientos existentes. Al menos, para nosotros, los pamploneteros.
¿Vosotros, qué opinais?
¿Los conocíais a todos?