Una de las mejores cosas del verano es que hasta cuando te toca trabajar tienes decenas de planazos para poder disfrutar del resto del día.
Porque Pamplona es una ciudad muy cultural, de eso no hay duda. Y se organizan muchas actividades durante todo el año pero en verano todavía más.
Exposiciones, espectáculos, conciertos… y, este verano, visitas guiadas al Museo de Navarra. Una interesante propuesta y que, además, nos permitía pasar una tarde al fresco durante una tarde de la ola de calor.
Así que ahí nos fuimos.
He visitado unas cuantas veces el Museo, e incluso es uno de los protagonistas de EL SECUESTRO DE SAN FERMÍN, concretamente del mes de marzo, cuando Pampilón y sus amigas conocieron al fantasma Juantxo.
Pero nunca había hecho hasta ahora una visita guiada. Y no solo me ha encantado, sino que nos ha dado unas cuantas ideas muy muy interesantes que seguro que… Ya os lo contaremos en el futuro.
Pero, primero nos fuimos a la exposición temporal instalada en la capilla. “Sombras de luz”, de José Ramón Anda. Maravillosa. Un poco entre las placas que distribuyen el espacio en el Guggenheim y algunas esculturas de Oteiza y Malevich. Sé que suena un poco redicho… pero ya os digo que esta excursión me ha servido de inspiración.
Después, ha comenzado la visita guiada. Hemos empezado haciéndola 7 personas y, al final, estábamos 16 entusiastas haciendo preguntas y teniendo la enorme suerte de que nos abrieran la tercera planta (cerrada a causa del calor) para que pudiéramos ver el cuadro de Goya del Retrato del Marqués de San Adrián.
Pero, antes, hemos viajado por la prehistoria y tres dólmenes que, cuando te los explican, cobran muchisimo más sentido. Las piezas traídas a mediados del siglo XX desde la catedral de Pamplona, el capitel con la historia del Santo Job (el de la paciencia) que, cuando te lo enseñan, detalle a detalle, emociona. La arqueta de Leire. Yo tengo una historia personal con la arqueta de Leire, pero ya os la contaré otro día. Lo divertido fue que, en la visita guiada al Museo, además de enseñarnos los 5 escultores diferentes, buscar las firmas y recordar cuando portaba las reliquias de Santa Nunila, la guía nos ha contado la anécdota de que la arqueta fue robada de la catedral a comienzos del siglo pasado. Y la historia tuvo tanta repercusión que los ladrones, asustados, envolvieron la arqueta en una gabardina y la dejaron abandonada en Berriosuso.
Después nos llevaron a visitar y nos explicaron el togado de Pompelo, que es uno de los protagonistas del mes de marzo de EL SECUESTRO DE SAN FERMÍN. Me encanta plantarme delante de esa pieza del siglo II descubierta hace poco más de 100 años y comprado hace muy poco por Gobierno de Navarra para que se quede para siempre en nuestro museo. Plantarse delante de él e imaginar la historia de Pamplona es un auténtico lujo que hay que disfrutar.
Finalmente, salimos a la terraza. El paisaje que se ve por las ventanas del Museo es, sencillamente maravilloso, pero la terraza, con esos arcos maravillosos, es irrepetible y un precioso lugar para hacer unas fotos e inmortalizar el momento.
¡AH! Y descubrí qué es el HORROR VACUI. Miedo a dejar algún espacio vacío. Y no solo en el arte… Hay personas a las que les da mucho vértigo el vacío. Creo que voy a tenerlo en cuenta.
Lo dicho… Los pamplonautas estamos disfrutando mucho de este verano con tintes culturales, pero no queríamos dejar de invitaros a que hacer un plan tan fabuloso como es una visita guiada conociendo nuestra historia en el Museo de Navarra durante una calurosa tarde de verano.