(Lo primero, os avisamos: todas las fotos de esta web son del equipo de PLANETA PAMPLONA, pero las de esta entrada, por el tema que vamos a tratar, son fotos de las fotos y, por supuesto, ponemos el nombre de las personas autoras).
En Pamplona hay muchas cosas que ocurren dos veces y ¡¡zas!! se convierten en tradiciones. Y en la web de PLANETA PAMPLONA os queremos hablar de ellas porque son momentos del año que ocupan los debates de nuestra ciudad y los pamplonautas no queríamos dejarlo pasar.
Y hoy, tal y como procede teniendo en cuenta las fechas, os hablaremos del calendario del Ayuntamiento de Pamplona o, más bien, de lo que se mueve alrededor.
Alrededor de octubre, cada año, el Ayuntamiento convoca el concurso de fotografía para la elaboración del calendario municipal. Y cientos de pamplonesas y pamploneses, amantes de la fotografía o, simplemente, de plasmar la belleza de nuestra ciudad, participan del concurso y envían su (máximo) 3 mejores fotos.
Después, se resuelve el concurso. Y con ellas se hace el calendario municipal.
Tenemos que confesar que los pamplonautas hemos participado algunas veces; incluso un año, una de las fotografías de Alberto, el fotógrafo mayor del equipo, quedó finalista del concurso y su foto fue expuesta en el Condestable. Era una hoja de otoño, posada en el muro de la Taconera. Tendremos que buscarla para enseñárosla en nuestra web.
Y ahí es donde llega la tradición de la que hoy os queríamos hablar: cuando, durante la última semana de diciembre el calendario se imprime y se saca al público… de repente a todos nos entran las prisas por hacernos con él. Y en los puntos de distribución (ayuntamiento, civivox…) se crean interminables colas para intentar hacerse con el preciado tesoro. Cuando te regalan uno te sientes como si te hubiera tocado la lotería del 22 de diciembre… Lo prometo. Yo misma, este año, tenía el mío en la entrada de casa y mi madre lo estaba mirando con tanta carita de pena que se lo di, para que se lo llevara a casa. Porque es grande para apuntar las citas médicas, suele decir ella. El problema (o la fortuna, mejor dicho), es que ella está fuerte como un roble y nunca necesita ir al médico. Pero no quiere pasar el año sin su calendario.
Y, después, llega la resaca de la fiesta. Porque la aventura del calendario nunca termina ahí. En cuanto se publica, el Ayuntamiento de Pamplona coloca una gran pantalla gigante en el Palacio de Condestable y expone algunas de esas fotos. Este año no salimos ninguno (andábamos en otras ocupaciones fotográficas) pero, por ejemplo el año pasado nos colocaron en la exposición a los dos (y también a Iruña y Aitor, dos aprendices de pamplonautas de la familia que miran la ciudad con los ojos amorosos que les hemos transmitido).
Así que hoy, allí que nos hemos ido: a ver las maravillosas fotografías pamplonesas que se exponen.
No os lo podéis perder. Es una visión increiblemente bella ver como ve los demás Pamplona desde sus ojos. Si salís en la exposición, o si habéis mandado vuestras fotos al concurso, nos encantaría que nos mandarais nuestras fotos para que estén colgadas en la web y, por supuesto, para daros publicidad en el gran grupo que hemos conseguido construir en el facebook de PLANETA PAMPLONA. Prometemos que lo haremos. Mientras tanto, en esta entrada, os hemos puesto algunas de las fotos que nos han encantado.
¡Esperamos que nos contéis de qué otras tradiciones pamplonesas queréis que os hablemos! Estamos deseando alimentar nuestra web con las cosas que os gustan,